Criada en el seno de una familia de artistas, su interés por la fotografía surgió a una edad muy temprana, con solo 13 años empezó con sus primeros trabajos.
Entre los años 1975 y 1979 fue estudiante de la Rhode Island School of Design en Providence y fue aceptada en el Programa de Honores que le permitió vivir durante un año en las instalaciones de la escuela en Palazzo Cenci en Roma. Durante su estancia en la capital italiana (1977-1978), se identificó con el surrealismo y el futurismo, que desde entonces ganaron presencia en sus fotografías, así como la decadencia, representada en las paredes desnudas y los objetos antiguos que también comenzaron a poblar sus trabajos.
En 1979 se trasladó a Nueva York, donde quiso hacer carrera fotográfica. Envió portafolios a algunos fotógrafos de moda, pero sus esfuerzos no se vieron recompensados y sufrió depresión.